I
vértigo de la caída
donde el hombre desaparece,
flor que remonta el vuelo,
digámosle, ser
o placer que enfrenta la vida,
ayuno del pensamiento
el sol corre por la piel
desnuda de avatares
fiel al primer día,
es el único nombre intachable,
un sol radiante de esperma
en la boca del silencio
II
tu nombre es vértigo,
abrazado por el viento azul,
clavado, inquieto, zaherido
tallo de carne que adivina
el placer que enfrenta la sangre
sobre la hiel del páramo
y esperar,
esperar la paz de la tarde,
ribera del valle y la encina,
esperar la caída de la torre,
el silencio de la campana
contra la voz del espino
III
en los ojos cerrados del cardo,
en la piedra de luz abrasada,
el ser continua en la aldea,
de pie,
contra el viento, el tiempo
y la espera
del vértigo de la caída
es la sombra la conciencia,
pero nada es
más que el viento o el sol,
y nombrarlos es en vano
cuando el hombre desaparece