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Ultimos pensamientos de Tut

—contra la arqueología sacrílega—


                  Apertura de mi boca:


   Despertad mis sentidos, vosotros
decadente progenie que besa la máscara
ante el fin del tiempo de cada día,
desde el pasado de la especie,
desde el temor a la muerte y la infamia
vosotros,
    dadme la palabra,
precisa concertina que arrulla y saja
el único sentido de la vida, nombrar,
nombrar con una mancha el vientre de una virgen,
—dadme ese inútil placer de estetas—,
y como una palabra, interpuesta y fetiche,
dejadme descansar en la página,
              y bendecid el insecto,
el pétalo, la albera del camino, que ofenden
vuestros ojos financieros,
incapaces de su culto y oro.

   Pero no.
       Hoy,
soy la gracia de esta ignorancia de lujo, de este
festival de nada y ocres,
antojo en vuestra cicatera frente, soy
la carne de un poema en que nadie vive y sueña.
Despertad mis sentidos, ladrones,
antes que los animales en su lengua visita me eleven.

   Quemaréis mi cuerpo para amputar mi cara
en una orgía de estúpido saqueo,
y mi cuerpo será arena perdida en vuestro usura,
pues soy del río el reflejado oro, soy la palabra que supura
más allá de la sangre, y todo lo significa
y nada, para vosotros, sordos,
             despertad mis sentidos
de una puta vez, cabrones,

   Sea pues, yo,
el cuchillo natural de la estrella caída, quien desate
las ligazones que mi muerte compuso
para volver a aquella en
el último poema.
        Quiero ser palabra
en la viva muerte,
entre lino, aceites, y brea,
antes que vuestra mano me agoste, y deshonre,
ya os maldigo,
      para nada.
           Ay, Palabra,
por qué me abandonaste.


A partir de la descripción de la profanación y saqueo de la momia de Tutankamón por Howard Carter, buhonero.

Apertura de la boca: ritual funerario del Antiguo Egipto mediante el cual, se devolvía (o se otorgaba) el uso de la boca y los ojos, es decir, las facultades por las que se manifiesta la vida. El ritual, denominado por los egipcios uep-rá, implicaba la animación simbólica de una estatua o una momia del fallecido mediante la magia de la apertura de la boca y los ojos para que pudiera respirar, comer, ver y hablar. (Wikipedia).