en el principio fue el silencio
y el silencio no tenía nombre,
quienquiera que deseara vivir
tendría que esperar,
aguantar la respiración
con la carne en estado de catalepsia;
los nervios dibujan
en la superficie de ese retiro
un escalofrío de sangre sin color
retirado dentro de sí mismo,
el poeta oye su voz
en la oscuridad de su cabeza
y piensa que el silencio es imposible
en la cúspide de esa tensión
nace una imagen
como un grito entre los labios
como una ventana o un orgasmo,
rompiendo el silencio del aire,
nada se altera
nada se expresa,
la palabra es una ciencia oscura
fuera de la cabeza,
la palabra es un abismo
la palabra es el principio
antes, solo la nada,
inadvertida y eterna
la carne abandona la iglesia
se abre en la pantalla
la carne sin nombre se rompe
y muestra el vacío de la forma,
euforia azul,
agua que se derrama
desde la profundidad de la tierra,
el aliento de la palabra
emerge
en un grito que nadie escucha,
¿no es eso el silencio?
sujeto de lo invisible,
surgencia,
drama