soy un desalmado,
mi alma está vacía
el símbolo, como una bomba,
ha extraído todo el agua de mi pozo
y la cáscara pervive como sombra,
como máscara, olvido
de lo que un día debió ser jardín, babilonia,
un jardín que no recuerdo haber plantado,
que sueño penetrar siendo niño,
demasiado lejos para verlo,
quizá demasiado cerca
el símbolo ha sido su destrucción,
y en el musgo que pudre sus paredes
repta la mierda seca de un dios,
expuesta al tiempo y las moscas
como la columna de Simón en el desierto,
lo decían Buñuel y Lorca
oigo el eco seco de sus ronquidos
el zumbido de mi voz interior,
las ondas gravitacionales de aquel estanque
de piedras rojas
que avanzan en la noche de mi vida
hasta mi frente,
el símbolo es el nombre, la palabra,
cáscara o máscara, mascarón
muera esa palabra que me nombra
la palabra que me vacía
el amor de ese hijo vampiro
la palabra que me supervive
la bandera seca en la luna seca
en el vacío del espacio-tiempo,
mi alma está vacía,
soy un desalmado,
vivo sin razón, porque
he perdido la cabeza de razonar
y en una mano tengo un cuchillo,
y en la otra arde mi corazón,
quisiera ser aurora boreal,
nada más razonable