cada cuenta es una palabra, una invocación,
un deseo perdido en el desierto de ser,
la cuenta redonda está atrapada entre los dedos
y entre los labios una lengua extraña musita
palabras sin borde, letanía íntima.
silencioso rodar de un rosario
la soga de la vida en el cuello,
sus pasos siguiendo el cordel blanco
para volver a casa,
el murmullo de lo imposible girando en una rueda
blanda
está en el centro del mundo, centrada,
alejada de todo,
del sentido de la palabra
y hasta su pie del suelo,
loca noria de su pensamiento
suspendida en el movimiento
ritual de sus manos,
misterio del misterio, besos en la imagen
y unos ojos que ya no tienen sentido
ni consuelo
mirando fijamente la foto de mi padre,
la imagen de dios, la imagen de nada
vacío de la imagen, vacío de la palabra,
ritual de mi madre
¿acaso no es ese su poema?