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Qué es ser hombre

—Introducción II—

¿Qué es ser hombre?, —pensé en voz alta
Tras leer tus propias palabras,
Escandalizado aún por no encontrar mi sombra tirada en el suelo,
Pisoteada por los perros y los pájaros, y los camareros,
Y por mí mismo
Habitualmente
Olvidada
Como una excrecencia personal más

La misma sombra, —me respondí, sorprendido,
Sin apenas poder hablar y ser escuchado,
Con un filo de voz, humillado, entre el ruido
De los cláxones y las cuberterías.
Un hombre asemeja la lucha de dos escarabajos peloteros
Y hermanos,
Entre dos supercherías,
Un hombre es el crimen de la condesa
Y el cadáver de la poesía
Zarandeado en el patio de un colegio,
Descuartizado en el aula de anatomía

Un hombre es el autor de la página
Que luego olvida su nombre
Entre las voces de los animales
Y del viento, que dobla las ramas del domingo,
Un hombre con la linterna en la mano
Sin pilas,
Que cae al pozo del trabajo, incrédulo
Y suspendido

Desaparecen los días y sus ojos
Sobre el asfalto de su pecho
Y todo se funde en el crisol de la noche,
En la espesa leche entera de la luna,
Las palabras de su mirada atónita y decepcionada
Y la huella de los neumáticos
Dibujada en las pupilas,
Como el hombre condenado a la vida
Que solo desea ser fantasma
O mono con tambor o pistola,
Y rozar con los dedos el piano de la locura
Y el canto de los trenes con los labios

El filósofo lo dijo:
Sólo es probable que yo exista
Contra una pared blanca,
Que mi cuerpo desnudo coincida
Conmigo y con el hombre que no existe,
Que arroje una sombra con desgana a la tarde,
Dibujada por las balas,
Materia gris
Donde una lagartija se refugie del calor
Y yo no me reconozca
Ni llevando el número del dni y la foto de frente
En la boca, arropado con la sábana

Puedo ser de verdad
Y no ser nada,
Que el mundo sea mi pensamiento,
Que nada exista antes de ser
Una palabra aún no pronunciada
Que explique toda la tosca teoría
Del bien, del mal, de las flores y los fluidos,
Todo eso que llevamos colgado en los huesos y la memoria
Y nos hace opacos e idiotas,
Como la fe y las corbatas.
Un puto espanto es la realidad, también lo dijo el filósofo,
Que no merece el cansancio de preguntar
Ni el ardor de sentir,
Ser un hombre es no ser nada
Si acaso, hablar como el programa de texto del móvil,
Con mayúsculas al comienzo de cada verso
Como si hubiera un enigma escondido en el poema vertical
Esperando el eco de una vanidad sorda,
La ilusión de ser
Un hombre,
A mensch, a human being, como dijo el doctor Dreyfuss,
Mientras dejaba las botellas vacías de alcohol
En la puerta de su apartamento