volver arriba
Volver a Textos

Orfeo o el mito del eterno retorno


Nacido en la pavesa de los asesinos
Coagulada en flor letal su estirpe
Animal que tiembla, divisible
Entre el niño y el rayo que no cesa.


nota:
—de nuevo se rompió el tenue hilo
 que unía el poema a su boca, y
 en el improbable canto en que ahora flota
     es ceniza, definitivamente falta—



Los humanos, nacidos de la ceniza de los Titanes (dioses preolímpicos), castigados por Zeus con el rayo por matar y devorar al niño Dioniso, matarán una y otra vez, generación tras generación, en su deseo de poder, al niño Dioniso en un ciclo eterno, mitad de su propio ser como humanos. La otra mitad, la capacidad redentora de Dioniso, es insignificante frente a aquella.