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Mi nombre es un cementerio

“los nombres marcan y los apellidos cosen”
GERMAN LABRADOR


mi nombre era de mi padre
y antes, de su abuelo,
mi nombre es un sortilegio
una invocación, un ruego
un recuerdo y un deseo de no morir,
un lugar donde poner los pies
y, a partir de él, caminar,
mi nombre es personal, y no lo es,
es parte de ese árbol
que murió en el incendio

mis apellidos se esparcen,
son espacio-tiempo carcelario
llaman a mucha gente a reunirse,
desconocidos,
alrededor de la nada, una hoguera,
mis apellidos son la ley
la sociedad me cose con ellos a su ruina,
son piedras, formularios,
exámenes y delitos,
también son faltas

en mi nombre se arrastran los muertos
languidecen como viejas latas
atadas al coche de los recién casados,
como gestos de la madre o decires del padre,
espejos de una derrota,
no es amor ni devoción
mi nombre es tan solo un sombrero,
un traje que esconde mi carne,
una tara fruto de un deseo,
un regalo envenenado, una condena,
mi nombre es un cementerio

todas las posibilidades
de ese árbol colgado copa abajo,
vareado en espera de sentido,
toda la memoria, la infinitud del instante,
los amores y las penas,
los gritos y los sueños,
todo está en él codificado,
tejido en su manta de lana,
grabado al ácido en su espejo,
mi nombre era de mi padre
y antes, de su abuelo
y antes..., no sé,
solo espero enloquecido
el fin de las palabras