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El mito trágico de la pantalla

el mito de la antigüedad persiste:
semihombres descalzos y furiosos
sermonean animales de rebaño
grandes ojos abiertos a su cielo
horadan el aire que borra las caras
cadenas de miel en la boca del santo
ridículo monstruo derrumbado
sobre cuerpos enjutos y su sexo
la amorfa belleza de la piedra ajada
hendida por el tiempo esbelta
tigres moteados divinos pétalos
el ser por el polen exfoliado
estrellas onanistas perros semihundidos
anatomía del arco en cúpula
y cazadores con trompeta que asaetean
ciervos bajo palmera de oriente
osos elefantes diatribas de altar
el claustro como laberinto
como círculo cuadrado
como ruina elevación y gasto
el ojo del pozo seco en su centro
y dios entre las piernas de la sirena
los cuerpos desgarbados del trabajo
la fiel miseria de la ignorancia
arcángeles verdes con escudo plateado
siembran belleza y terror que adocena

folklore que aún pervive y condena
en el mito trágico de la pantalla
elevación interior vitral coloreado
espejo sombra en la cueva
visión pavorosa ordinaria guerra
de hombres y mujeres y cosas
vino la espada y no la paz
sobre el espíritu de Sheela Na Gig
definición plástica de una sociedad
fantasma en la pulida superficie
y plomo fundido en los abrazos

yo soy un semihombre
y veo grandes ojos en el cielo,
apenas tengo un rostro
cubierto por la miel y las abejas,
mi sudor es dulce y mi cuerpo
se derrumba cada día
moteado de pétalos implacables

yo soy el polen de mi madre
ser único que no existe,
perro estrellado, semihundido y
glorioso, bajo la cúpula del trueno,
giro obsesivamente en el claustro
cuadrado de mi pensamiento
y escribo en la pantalla final
de un poema que llaman vida,
veo mi fantasma expuesto
apenas un rostro velado
por la miel amarga del desencanto
y la marca orgullosa del cantero