ser el borde entre tierra y agua
el límite entre sólido y líquido
la línea en que el río erosiona la arena
que el agua desbaste mi cuerpo
en el margen negro del limo
perder la oronda forma humana
y ser solo pellejo divino
ser la frontera sin nombre ni bandera
delgada como una palabra delgada
en que el agua lame la tierra
el tiempo es todo lo que no es
cuando el pensamiento no se detiene
en el cauce del vacío
agua estancada es un demonio
y voces extrañas hablan bajo tierra
la lengua de la transformación
idioma vivo
que alimenta el humus de mi pensamiento
aquella frontera es no estar estando
ser el observador de un privilegio
la víctima de un encanto
la mano en el volcán
de todo lo que se mueve, quemando,
y viajar ahí, suavemente deslucido,
piel desprendida del tiempo
sexo de la naturaleza y el olvido
hacerse con el deshacerse
como el pan duro rallado o
el agua que deja su oro en la criba
porque no hay vida si es a costa de elegir
entre el agua y la tierra
entre el pan y el vino
en la deriva