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Introducción



no importan las rendijas,
importa el espejo,
y me lo temía

onda de probabilidad es
el alma en un charco,
fin de una historia interminable

errando como un barco
mi conciencia vive
una línea que desconozco

espuma de caos
que solo contra al cristal
se define, y muere
un instante tras otro

frente abierta, llaga,
la luna llena enfrente
ojo en blanco de dios

el tiempo de una fotografía,
es decir, nunca,
o el siempre del pasado
que rebosa, informe

eterna rueda del olvido
o la ignorancia:
el peso de la intuición
y la necesidad

de este ser tenue del que
solo el reflejo es la prueba,
o al menos la duda,
o el síntoma, quizá

solo me reconozco al revés
como el otro,
errando sobre la página
eléctricamente

en un disparo a ciegas
al espejo de la hoja,
resto de pólvora en la mano

y el alma en un charco
agostada,
y el aire, indiferente