extraños vagabundos que nada tienen,
caminantes del Kalahari
cazadores recolectores
de la arena del gran desierto del tiempo,
bosquimanos San
el ser humano es un animal
profundamente amargo
obligado a una vida sin razón
en busca de una felicidad que no existe
si es a costa del significado
o abandonado a la soledad
del propio espíritu
sin embargo, el sentido lo cambia todo:
la felicidad o su ausencia son irrelevantes,
se pertenece en el camino
en la fila, en el círculo
memoria San,
antes de Roma, antes de Grecia y Egipto,
antes de Mesopotamia
en los 80 el capital
descubrió diamantes en su tierra
los expulsó y destruyó sus hogares
les quitó el agua,
viven en reservas, rara vez cazan
y si lo intentan son detenidos,
viven de la limosna del estado
alcohol, tuberculosis, depresión y sida,
los turistas se bañan en la piscina
del resort construido en su tierra
turismo y desayuno con diamantes
para blancas y blancos
duerma bajo las estrellas, dice la publicidad
sobre la tierra sagrada carcomida
donde nadie caza ni vive una vida
sí, nuestros antepasados tenían un gobierno
el carbón reluciente del fuego del lugar
donde habíamos estado viviendo
y que usábamos en el siguiente hogar,
tenemos nuestro propio discurso, dice Di//Cao, Oma,
mujer San
una caverna en la frontera imposible,
llueve
un ser simbólico enterrado,
danzas que afirman en la pisada
la tierra y la comunidad
espíritu pintura espejo
euphorbia
y el fuego en el centro,
el anciano, el trance, alrededor
khoisán que suena como la voz
del beso del primer ancestro
o el fuego crepitante en la oscuridad,
esto queda del Lugar
su alma caminante como el viento
su anarquismo sin nombre
sus huellas seguidas para no pisar espinas
y escorpiones
nuestro pisar escribe en el tiempo
y pintamos animales como nosotros,
somos hijos de la tierra y el temblar
Este poema nace de las notas tomadas de webs, algunas indicadas más abajo, en las que se habla de la cultura San y su actual consideración como primer pueblo de la historia.
Los San lo iniciaron todo. Javier Sampedro.
San. Wikipedia.
Bosquimanos -primeros comunistas-. Juan Carlos de la Cal.