desposeído de valores fundamentales
asqueado de conceptos sociales
soy solo un instrumento
mi rebelión existencial nace aquí
como continuidad en el tiempo
como sabiduría
como fe
quién controla mi cuerpo
enmarañado en mis neuronas
quién, sentado tras mis ojos,
enciende mi mecha
y me arrastra del sueño
a otro sueño impostado
cada mañana
para luchar contra ángeles de piedra,
quién me dice levántate y anda
y pelea
y disfruta y sé valiente
contra esos fantasmas discontinuos
en las horas
lejos de la claridad del sueño
soy solo un instrumento
—contraído ser de maniobras—
consciente solo desde el espejo
la retina, el vidrio, el agua,
lejano ser del interior
que flota en la línea del verso
sin brújula ni compás,
no hay salvación para el objeto
del nombre