—a mi madre y padre
yo soy mi hermana muerta
yo soy su cuerpo ausente
hija de la emigración y el salario
en las cofias, en los anaqueles
en los retratos del poder,
yo soy la mujer perdida,
transliterada
en beneficio de unos pocos
a los pies del crucifijo
soy el agua de tu vasija rota
hermana
soy el cuenco de tu mano
soy el fantasma de tu memoria
el olvido de tu piel
la letra de tu canción inacabada
serás o no serás
pero quizás me llegó tu aliento
tu cabello entrelazado
quizás
oí tu paso en sueños
o vi tu rostro en los ojos cansados
de nuestros padres, un día
al mirarme con ternura,
a través
¿eres tú?
¿soy yo?
no somos nada, hermana,
mas que memoria
de una piedra lanzada al agua,
no somos nada,
pero
estás en mí,
soy el cáliz de tu vino,
el cuerpo de tu memoria
el abismo de tu blanco papel
la ausencia de tu palabra,
escrita