—a Nines, mi mar
apoteosis caníbal
impotencia de la mirada
geometría utópica
continuidad,
tu cuerpo me parece de carne
el mar,
toda una carrera hacia la nada,
hacia el último segundo de la noche
en que por fin comprenderé
que tu carne desnuda es
la mejor anticipación
en su abandono
en su absurdo
en su abismo
la mejor anticipación, digo,
de la muerte,
del retorno inorgánico
en que las palabras ya no crujan
y la indiferencia reine
desnuda como una bestia
que nadie pueda enjaular
desnuda como una bestia: Nue comme une bète, de Madame Edwarda, de Georges Bataille.