quand je dis "cette femme"
Maurice Blanchot 1
cuando digo "esta mujer"
enfrentado a este espejo
cada una de mis células se disgrega
y disuelve en el aire de la tarde
ensuciando su cuerpo
si yo no soy el autor
ni esto es la obra
si ni siquiera ha existido la creación
o la traducción
—del género ni hablamos—,
si nada es más que una sopa
bruta y caliente
sin cabeza ni corazón,
si no es todo más que una posibilidad
que perdió su antiguo valor volátil
para convertirse en piedra
o en sal al mirarla
o al ponerle nombre en mi voz,
si la vida no es más que
el cementerio de lo quieto
y cuando digo "yo soy"
esa piedra cae de mi boca
como sémen del ahorcado
anunciando mi ausencia
y en el suelo
una mancha y un golpe
cantan en mi recuerdo
¿será que vivo en esa quietud
que no es más que una piedra,
que cuando el suelo se congela y descongela
avanza
y cree, vanamente,
que vive, que anda
y se celebra
y bautiza a sus hijos
que heredarán la tierra
y la división del trabajo
y los trajes inhabitables
y la cólera del día
y la mancha en la frente
y el camino a casa
y todo quieto
en este ocaso inmóvil
como estela de tumba o avión
abierta a la lectura corrida
de la tinta
aguada de un alfabeto imposible,
un pájaro que muere en vuelo
o mi yo
perdido en la fotografía que me sonríe
desde el pasado
como una herida que vive
en la cicatriz
las palabras son
huecos de voluntad abiertos a la mirada
a una posibilidad estúpida
que le dé sentido
orden,
y elegir
donde no se debería elegir y
en el vértigo de la mano y la saliva
coger un naipe al vuelo
o meter la mano en el río
y contar diez moviendo los dedos
o ver la aguja como una flecha girando
lejos de su diana,
aunque el zumbido de su viaje
acune mis sueños y
sienta el aire mesar mis cabellos
y los tambores suenen
retumben
frente al espejo cuando digo
"esta mujer"
1 cuando digo «esta mujer», la muerte real se anuncia y está presente ya en mi lenguaje; mi lenguaje quiere decir que esta persona, que está aquí, ahora, puede ser separada de sí misma, sustraída de su presencia y su existencia y hundida de pronto en una nada de existencia y de presencia; mi lenguaje significa en esencia la posibilidad de esa destrucción; (…) es precisamente exacto decir: cuando hablo, la muerte habla en mí. (…) Maurice Blanchot. La literatura y el derecho a la muerte. De Kafka à Kafka, 1981