donde debía estar no estaba,
y era parecido y diferente
¿qué podría significar?
crepundium
colgado al cuello,
ruido del nombre que me revele
flotando a merced del viento
flor de cobre, añil
que reduzca a cenizas la ciudad,
en el espesor del aire una luz de incienso,
calzados con sandalias, los sones de flauta
la batalla y el timbal,
los coribantes baten sus alas en mi boca
un ruido seco, amarillo dorado, rojizo
quizá creyente de lo inverosímil,
devora el espacio y
levanta rápidamente el vuelo
un cuervo, arpón
siempre en mi boca
un pretexto de guerra
un racimo de hiedra que crece
engendrado en la borrachera de luna,
una herida sin cerrar como adorno del cuerpo
echado sobre la costumbre
en la cueva
el ansia de combatir, el poema,
el viento era como un velo de fuego
que se apoderara del ánimo, decía extraviado,
las fuerzas de la dicción y el pensamiento
el sonido de la mano, rasgando
la lúbrica via
blanca
Mitra se quedó ciego,
y en su refugio escondido
el toro durmió sobre su sangre
con un sonajero de cobre al cuello,
forma viciosa y material del ser,
que solo su respiración agita