nevaba,
y nuestros pasos se perdían en el bosque
árboles blancos, blancos animales
manos blancas hasta fundirse en la nieve,
y ya no hubo más miradas en aquel plano
que apretar los dientes
el vientre embargado en un viaje de alta fiebre
que renegaba del camino
que omitía los pasos y el tiempo
bajo el signo de una luz sin sombra
no sé si fue el viento o el ala blanca de una mariposa
lo que erizó mi cuerpo en vano
—sí, todo ocultaba todo—
era muy difícil hallar la vibración
entre dos ausencias
el hueco de fortuna sobre el que la sombra se desploma
y denuncia la forma, el espectáculo
blanco en ese mediodía eterno
mi cuerpo había dejado de pertenecerme
y la ceniza también era blanca como dientes
caídos en copos sobre la nieve
o sobre hongos o hierba o lo que fuera el suelo,
ocultando todo al blanco sol salado erial,
alguien lo llamo hoja en blanco
considerándolo todo
todo al mismo tiempo 1
la nada más absoluta y blanca del porvenir
1 de la canción Alles in Allem, de Einstürzende Neubauten.