SAGRADA ESCRITURA
Hubo que mirar fijo para encontrar el signo.
Arañado e incomprensible,
su forma ritual despertó mi afán de figura.
Ascendía este signo desde la piel hundida,
como burbuja de nube piroclástica,
como fuego fatuo ordenado y cabal,
como testamento sutil1 del cuerpo náufrago.
Ese museo flotante de trazos, sin embargo,
no desaparecía en el suave oleaje de las horas.
Una vez formado, escrito,
era mancha indeleble en la sábana santa del tiempo.
Devino así pálido doble de mi pasado,
cáscara amarga o piel de serpiente,
toldo, incluso, de mi campaña2 derrotada3.
Seré yo, sin lengua ni oficio, quien desaparezca
bajo el capricho de la memoria,
y el trazo se desdibujará en un flujo lento de sismos
para hacer una hermosa piel de piedra.
1 El cuerpo sutil o astral es postulado por algunas filosofías como un elemento intermedio entre el alma inteligente y el cuerpo físico. (…) tiene sus raíces en los recuentos del más allá comunes a todas las religiones y en las cuales, después de la muerte, el alma inicia un viaje ascendente descrito con términos como éxtasis, mística y experiencias fuera del cuerpo. _Wikipedia.
2 Campo llano sin montes ni aspereza. Conjunto de actos o esfuerzos de índole diversa que se aplican a conseguir un fin determinado. El período de tiempo en que se realizan esos actos o esfuerzos. _Diccionario de la RAE.
3 Que anda con vestidos deteriorados o raídos. Vencido en el ánimo, deprimido. _Diccionario de la RAE.