Dilatad de la nave la ribera.
de Galería de retratos, de G. Carnero
Oscuros y breves fantasmas
que venís a salvarme de la cordura,
soy vuestra presa y sentido,
alegoría del amor
estancia pasada por agua dura
en que dancen los labios, y giren los ojos en constelación.
Mañana habré dormido en círculos de espejo,
en hierros húmedos de niebla y lágrima seca,
recuerdos de un horizonte constelado,
de una tibia miríada de sangres,
del sueño salvador de aves y vuelos
que dibujen en el suelo el azar de la sombra,
de la pálida presencia sin luz de vuestras manos.
Mañana, mas hoy, dilatadme,
música de las aves nocturnas desprevenidas e infames,
dilatadme,
cómo ahora vosotros imagináis en mí la locura.