volver arriba
Volver a Concertato

La inútil belleza

—siguiendo Muerte en Venecia, de G. Carnero y En el camino a la muerte, de H. Michaux—


      Derrumbados en la noche
los borrosos antepasados de las fotografías,
el viejo libro de la belleza
contra la bella adolescencia del piano que arde en la nieve,
capa para un viaje aún no emprendido,
nombre de un pájaro herido en el viento
que moja los zapatos, y los leones.
              Qué afilada paloma debate
el silencioso resbalar de la noche,
qué pálido abismo suave
mente recorre los dedos de tu mano, madre.

      Flores con tu nombre, como mimbres de porcelana
gimen en la playa y el camino:
ahí tienes la belleza que desteje
cualquier sombra de sí misma,
que olvida el sol en la barca del Duat1 y la noche, y viaja
por sus manos, ojos, y árboles.

      La belleza de su inútil muerte,
ángeles bajo los tilos,
el amarillo sonido de una golondrina
que se riza sobre la ola de álamos ligeros, que
como cabellos vegetales, gimen en el río
ante la brisa mirada de Kelvin2, que es la mía.
                   Oh suspendida, verde Ofelia3,
que enfrentas el cielo sin desafío.
              Oh l’Opaque4,
silencio de hielo,
témpano de algodón, en que una madre
vuelve a la infancia y sonríe,
atravesada por soles, montes y nieve.
                Mira su herida en la música,
mira la prisa de aquellas alas
desplegadas en su sangre,
mira el rostro, el fondo y la orilla del río
desde el puñado de polvo en que nacemos,
desde el racimo de unos cabellos
que ninguna mano ha domesticado.
               Oh fresa salvaje
de la memoria y el olvido, ¿no es verdad, Isak5?
¿no es cierto, Jof, que
         un día sucede al otro6?
¿verdad, Mia?
      Tú me lo has dicho.


1 Duat: inframundo de la mitología egipcia, que representa el viaje en barca del Sol durante la noche, donde se producía el juicio de Osiris.
2 Kelvin, protagonista de la película Solaris, de Andrei Tarkovski.
3 pintura de John Everett Millais, que muestra a Ofelia, personaje de Hamlet, flotando entre hierbas y juncos en el río, muerta.
4 L’Opaque: lo opaco, lo tenebroso, lo desconocido, lo inexplicable. Del poema citado de Henri Michaux.
5 Isak, protagonista de la película Fresas salvajes, de Ingmar Bergman.
6 un día sucede al otro: en la película El séptimo sello, también de Bergman, frase de Mia, compañera de Jof, ambos titiriteros, durante la reunión con el caballero y su escudero, que huyen de la muerte, en que les agasajan con un cuenco de fresas salvajes.