Silencio.
Están brotando columnas y
flores, enredadas en los relojes, en su gorgoteo cálido,
corolas de jade y cristal punzantes y
mármol frío en la sombra de sus pebeteros:
tiempo y silencio, bordados de vida breve y azul.
Fuera mejor,
el solo silencio transparente, oculto en la tarde su reloj,
que el polícromo balcón de mármoles de esta soledad rosada,
las inflorescencias del ciego morir del agua en la brasa,
que los pétalos y plumas de plata de las horas unísonas.
En la fría balaustrada, la música está sujeta al vivir
de tules y sedas, en cajas de caoba.
Fuera mejor
un silencio que aleteara perpetuidad,
que la argentina geometría de niños que
desenlazan juegos al raso de la constelación de la muerte.
Cielo de granito, reja de plata, nieve amarilla
tintinea en acorde una palidez de bóveda cristalina
y una perpetua sombra recamada.
Aletea el hondo
trasminar1 de la umbría, desierta la vida en este
geométrico jardín.
1 trasminar: difundirse un olor o un perfume.