volver arriba
Volver a Concertato

Capricho I

—siguiendo Capricho en Aranjuez, de Guillermo Carnero—


Raso amarillo a cambio de la vida de los demás.


      El geométrico morir de las palabras
al unísono gorgoteo de la sangre, en las fuentes
tintinean pobladas bocas de hambre en
amarillos, azules y rosados dientes.
               Ocúltame el silencio
de la plata el rojo cielo
de esta brasa de mármol y bordado jaez,
ocúltame su tul de antaño, de armiño y ramajes,
las inflorescencias de una sangre que se pudre bajo las sedas.

      Melancolía en las familias1, trasminando2 endogamia,
sombras de jade y meadas, tras los tapices brocados,
florecen los niños rana, hemofílicos, tontos y monarcas,
bruñidos por la mano de dios padre, pendejes3 para los siglos,
y en las más altas estancias4, barrocas y cultas barracas,
florecen faunos de gala y ojo de perdiz, violando
les filles du peuple dans les jardins.

      Oh, Emperador de la Luna
oh estrella de oriente, perpetua floración de bastardos,
oh, porcelaine chinoise, oh morralla de magnolias
oh virtudes teologales, oh
Palacio de El Resplandor arancetano,
siempre preferiste los dragones, los monos y los fruteros
al pueblo esclavo.

      La certeza de tu muerte no es un castigo,
es tarde, oh bóveda celeste, tarde,
tarde está llegando a la Puerta del Sol, la guillotina eléctrica,
—Malaestrella, en el recuerdo querido, amigo
y el preso catalán, Mateo5.


1 Melancolía en las familias: de Pablo Neruda.
2 trasminar: difundirse un olor o un perfume.
3 pendeje: neol. por pendejo/pendejear, sinvergüenza, despreciable.
4 estancias: habitación. Tipo de estrofa y composición poética basada en ella.
5 de la Escena Sexta de Luces de Bohemia, de Ramón del Valle-Inclán.