ARENAL DE SAINT-DENIS, LES GLACES
doble retrato en el infierno,
un animal se esconde entre los tallos
y una cinta roja cierra tu disfraz sin ahogarte
la crisálida tiembla, y se abre la carne
la misma cuyo nombre agrieta mi cueva
sin fecha, sin historia, en un ácido abandono de tiempo
tú desciendes de mi sueño, ángel del infierno,
y la noche habla por boca de tus alas detenidas
y yo, fantasma, leo en tu rodilla para creerte
tus alas desprendidas ya casi desfallecen
y tus manos abren la nada en el aire,
lenguas de luz tocan tu piel ocre con humo
doble retrato en un bar sucio y embriagado,
Arenal de Saint-Denis, Les Glaces,
te encontré escarbando entre licores
me enseñas tus trapos, tus labios que balbucean
rosas como un libro usado, en blanco,
y tiemblo entumecido en mis calzones
el humo invade mi cueva, oh mía,
crece la vegetación, el musgo se arrastra
y los caracoles nos besan en la boca
es el deseo del último día que no acaba
el aire tomando forma entre tallos y flores
la paz de una muerte que se dilata
golpeando el olvido y la memoria
el deseo funde en blanco y el aire quema mi cara,
la paz no existe y me agito en el asiento
la vida no tiene sentido si niega la locura,
yo, que lamo tu vientre como un perro seco,
tengo la cabeza en la mano