NUCLEUS SACER
La blanda caída de la carne, su gravidez,
tiene su centro sagrado.
El acceso restringido a las nalgas engaña,
haciendo suponer que es la frontera,
la razón, el límite del deseo.
El cuerpo es la pulpa, la carne.
Destinará la mayor parte de su energía
a desarrollar sus frutos:
los azúcares se acumulan,
engordando la fruta.
Su sabor, textura y color cambiará,
y empezará a perder firmeza
y ya podrá ser recogida, sopesada.
Esa carne se dispersará como el sonido.
Y una vez desnudado,
ese hueso será la semilla de otra fruta
encerrada en su endocarpio duro.
Hay que entenderlo:
el secreto de la forma está en el interior,
en el hueso blanco y sacro.
Sacer (femenino sacra) es un término latino que, en la religión de la Antigua Roma, significa restringido, sagrado o dedicado a una divinidad. Proviene del protoindoeuropeo sak, "santificar" o "hacer un tratado".