MI ENTRADA EN MATERIA ES DURA
mi entrada en materia es dura,
blanda no entraría,
máscara, olor y agonía
luces que corren en la noche,
fiel torcido de la balanza,
ardor de labios y frente fría,
azul cielo
esfínter de la boca cerrado,
perdido el lenguaje de mi bautismo,
colorea en las sombras un rubor,
mi pecho, mi vientre, mi nada
corro con la mente envenenada
de lo que ayer era piedra,
el comienzo no tiene desvío,
un embudo unificador,
manchas de semen bajo la luz roja
y pies que no hacen camino
doble ojo, doble,
y sin alcohol,
doble como el espejo antiguo,
como el árbol arrancado de raíz,
doble como dios
El título y algún verso, así como el texto escrito a mano en el dibujo, proceden del comienzo de la novela Madame Edwarda, de Georges Bataille. Él, como narrador, escribe entre paréntesis: (Mi entrada en materia es dura. Habría podido evitarlo y seguir siendo "verosímil". Me interesan los desvíos. Pero, así es: el comienzo no tiene desvío. Sigo... aún más duro...)