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La impostura es evidente

hombre dormido fotografia poesia autorretrato antonio beltran

LA IMPOSTURA ES EVIDENTE



cerrar los ojos y oír la lluvia,
no, no es la lluvia, es la memoria
fragmentada en la vigilia.
saber que aquí estabas tú, hermano,
que aquí dejaste hundirse el cuerpo
y que en ese despojo,
tejido día a día como una sábana,
no tenías nombre ni dolor.

solo una estrella en el techo te acompaña,
es un ventilador averiado,
en esta noche continuada
ser hierba o apenas nada,
abandonar el cuerpo,
antes que los niños y las mujeres,
abandonar lo que no vale y
aún así, continuar siendo.

buscar, seguir buscando dentro,
revolver la habitación del pecho
y agarrar el corazón y taparle la boca,
que no respire,
que por una vez sea voluntario.

sueño con ello en la pesadez de la noche,
en la cama que conserva tu oleaje,
una habitación cuadrada para un alma
sin ventana ni tiempo.

no existió la comunión ni la mano,
ni las voces del pasado clamaron,
ni encontré el corazón bajo mis huesos,
ni pude callar el sueño.

¿cómo vivo entonces esta renuncia?
¿cómo canto este incendio quieto?
pensar es hablar y
hablar, ¿es necesario?
no me veo los pies,
y si abro los ojos se me aparece la noche,
la nada absoluta de todos los días:
la impostura es evidente.